Al comprar una consola Xbox One de ocasión hay ciertas pruebas que siempre deberemos realizar, pero sin duda, una de las de mayor importancia es la que afecta a su mando.

En el post de hoy nos centraremos en este accesorio, y veremos todo lo que debemos tener en cuenta para comprobar el correcto funcionamiento del mando de una Xbox One de segunda mano.

EL MANDO DE LA XBOX ONE DE SEGUNDA MANO

Al igual que en todas las consolas, el mando es uno de los elementos que mayor relevancia tiene. Debemos tener en cuenta que el mando se encarga de transmitirnos sensaciones y es uno de los principales responsables para que podamos disfrutar jugando. En muchos casos, el mando puede resultar más importante que la propia consola.

Para verificar que el mando de la Xbox One de segunda mano funciona bien y se encuentra en buen estado, estas son las principales pruebas que debemos realizar:

- Estado visual: el mando de la Xbox One debe estar en buen estado de conservación. Evita comprar uno que presente excesiva suciedad y desgaste, golpes, rayadas importantes o pequeñas roturas.

- Sincronización: debes comprobar que la sincronización entre el mando y la consola se realiza de forma correcta. Hay ciertos mandos que muestran problemas al sincronizar, por lo que no podrías utilizarlo como mando inalámbrico.

- Batería y/o pilas: abre el compartimento de las pilas o batería, y comprueba que no existen restos de ácido o sulfato. Aprovecha para comprobar que la tapa del compartimento cierra correctamente.

- Carga de las baterías y duración de las mismas: conecta el mando a la consola mediante el cable USB y comprueba que el mando carga correctamente. Puedes comprobar el nivel de batería del mando si miras en la parte inferior derecha de la pantalla de Inicio de la consola. Al desconectar el cable de la consola, comprueba que el nivel de batería no baje de forma alarmante. Si hay algún problema, antes de desestimar la compra del mando, intenta poner pilas nuevas.

- Auriculares: si el mando dispone de adaptador para los auriculares, comprueba que este funciona bien.

- Sticks, gaillos y botones: recuerda que debes probarlos todos y verificar que su funcionamiento es el óptimo. No olvides que aunque todos ellos funcionen, podrían estar muy desgastados debido al uso y hacer que la experiencia de juego no sea buena (los sticks muy gastados pueden resbalar). Presta especial atención al stick izquierdo y comprueba que funcione bien y que no tiene mucha holgura.

- Vibración: el mando de la Xbox One dispone de la función de vibración. Por ello, deberás jugar a algún juego que admita la vibración y comprobar que su funcionamiento es el correcto.

NOTA: si tu mando de Xbox One de segunda mano no funciona correctamente (problemas sincronización, vibración, ...), trata a actualizar la consola. En ocasiones, con una simple actualización del sistema, puede que el mando vuelva a funcionar como el primer día.

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David

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