Si vamos a comprar o vender un reproductor de DVD de segunda mano, tendríamos de considerar unos aspectos a los que nos referimos a continuación. 

Un reproductor Blu-Ray tiene una capacidad 5 veces superior que un reproductor DVD tradicional. Esto significa que en un solo disco se puede almacenar más de 6 horas de vídeo de alta definición.

Un reproductor Blu-Ray tiene una resolución de imagen mucho más nítida, a 1080p (el DVD tradicional es de 480p), sonido Dolby de alta definición, una gran precisión de color (color xv), gran capacidad de conectividad (por HDMI, USB, tarjeta SD, Ethernet, etc.), compatibilidad en reproducción de discos  de versiones anteriores y, finalmente, una excelente interactividad mediante conexión Ethernet.

Por lo tanto, para poder disfrutar el reproductor Blu-Ray debes conectarle, al menos, un televisor HD Ready o mejor Full HD. El reproductor debe tener el conector HDMI (1.3 o superior) o, alternativamente un cable S-vídeo y audio a través de RCA o coaxial o óptico.

Comprobaremos el estado físico del aparato y buscaremos huellas de haber recibido golpes, tener conexiones o botones deteriorados o zonas donde presente desgastes. Otro aspecto que valoraremos será el nivel de limpieza del reproductor que nos puede dar pistas acerca del cuidado que haya podido recibir.

Nos aseguraremos que el reproductor viene con su mando a distancia original y que está en el mismo buen estado que el aparato.

Verificar las características del reproductor Blu-Ray de acuerdo con las prestaciones indicadas más arriba, esto es, inspeccionaremos la parte trasera y comprobaremos qué tipo de conexiones admite.

A continuación vamos a comprobar el buen funcionamiento del reproductor y de sus distintas funciones. Para ello, conectaremos el Blu-Ray a una pantalla y lo pondremos en marcha. Insertaremos un disco y verificaremos su visionado y su audio. Efectuaremos pruebas con los botones del aparato y los del mando a distancia (play, pausa, avanzar, retroceder, etc.).

Comprobaremos las distintas conexiones: entrada por puerto USB insertando un pendrive que contenga un fichero compatible, etc. También verificaremos discos de otros formatos que admita el reproductor, que sea capaz de leerlos correctamente.

Para finalizar, recomendamos que la compra venta de un reproductor Blu-Ray sea presencial, es decir, con el comprador-vendedor frente a frente y el reproductor presente, de forma que se pueda ver y probar, y con el propietario delante para obtener información adicional sobre el uso y trato que haya podido recibir el aparato. Mejor aún si la compra-venta se realiza en algún sitio de confianza y que den una buena garantía, que tendría de llegar a un año. 

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