Lo primero de todo es comprobar el estado físico del aparato, ya que no sería admisible un reproductor que haya sufrido golpes, tenga alguna conexión o botón roto o en mal estado, así como, esté demasiado sucio.

El reproductor debe venir acompañado de su correspondiente mando a distancia. El mando tiene que estar en el mismo buen estado que el reproductor y ser el original.

Verificar las características del DVD:

Si es simplemente reproductor o también lee DIVX y otros formatos (MP3, WMV, JPG, etc...)

Mirar las conexiones traseras de que dispone (RCA, VGA, HDMI, salida de audio óptica, etc...)

El reproductor podría tener una salida para USB o disponer de disco duro interno grabador.

Conectar el reproductor a un televisor, encender el reproductor, insertar un disco DVD.

Comprobar que la película de DVD se visiona correctamente en el televisor. Hacer pruebas con los botones, tanto del reproductor como del mando a distancia (play, parar la imagen, avanzar y retroceder...), para comprobar el buen funcionamiento de todos ellos.

Si el reproductor dispone de la opción de visionar DIVX, insertaremos un disco con un archivo en dicho formato y lo probaremos.

Si hay una entrada de USB, insertar un pendrive con algún archivo compatible y probarlo.

Si el reproductor es compatible con discos DVD grabados, insertar un DVDR y probarlo.

Esperamos que te estos consejos te sean de utilidad, si necesitas más información no dudes en contactarnos.

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