Hay mujeres que prefieren lo tradicional cuando se trata de su boda, y eso incluye a su anillo de compromiso. Sin embargo, otras contemporáneas piensan fuera de lo común y buscan algo más que diamantes. Existen abundantes piedras preciosas con las que los joyeros han experimentado crear anillos de boda, entonces ¿por qué una esmeralda? 

Posiblemente has escuchado que “un diamante es para siempre” y es cierto que es un gesto romántico pero la durabilidad de una esmeralda no debe preocuparte, si te cuestionas acerca de si es posible usar una todos los días, la respuesta es un gran SÍ; debido a que son un 7,5-8 en la escala de dureza, no son tan fáciles de rayar y son suficientemente duraderas para el uso diario. 

La creciente tendencia entre las futuras novias causa una gran impresión, no sólo por su color vibrante sino también por su estilo único. No es de extrañar que la esmeralda sea una de las piedras preciosas más populares, desde hace siglos que han fascinado al mundo entero.  Aunque las más antiguas datan de hace casi tres mil millones de años, se extrajeron por primera vez en Egipto alrededor del 1500 a.C, los romanos solían vincularla con la diosa Venus, incluso incas y aztecas poseían magníficas esmeraldas. 

Capturando el encanto del viejo mundo pero indudablemente actual, dar el sí con la gloriosa gema verde creará un momento tan emocionante como conmovedor. No en vano ha cautivado a personas como Cleopatra, Elizabeth Taylor, o más recientemente Kate Middleton. Son 20 veces más raras que los diamantes y se necesita mover alrededor de 2.5 veces más roca para localizar una esmeralda de gama alta, por lo que a menudo tienen un precio mayor. 

Así que sólo imagina: una sortija con una esmeralda en lugar de un diamante como piedra central, definitivamente es un riesgo que vale la pena correr. ¿Te hemos convencido?

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Galit

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