Hoy hablaremos de los aspectos a verificar si quieres comprar o vender un amplificador de guitarra de segunda mano.

Lo primero que hay que comprobar es el aspecto externo. Especialmente una posible presencia de golpes que puedan ser indicativo de haber sufrido repercusiones en su interior. También observaremos que el exterior no esté excesivamente castigado, lo que puede ser indicativo del mucho o poco uso que haya sufrido y, sobretodo, de lo cuidadoso que ha podido ser su dueño.

Además, es conveniente que el dispositivo esté limpio, especialmente en las conexiones y accionamientos ya que es otro un buen indicativo del cuidado que puede haber tenido el propietario.

A continuación quitaremos la pantalla del altavoz del amplificador y comprobaremos que no esté deteriorado, verificando especialmente el cono y su perifieria buscando roturas y abolladures. Esto afecta directamente a la calidad del sonido.

Otro aspecto a observar es que los potenciómetros y conexiones (de entradas y salidas) no "rasquen". Con el tiempo y el uso, se va acumulando suciedad en los contactos produciendo ruidos indeseados. De todas maneras, existen productos de limpieza específicos que pueden solucionar estos problemas de suciedad, si es que es sólo suciedad, claro; aún así no es un problema grave y suele ser fácil de solucionar.

También se hará la "prueba del silencio": antes de conectar la guitarra o incluso con ésta conectada aunque sin tocarla, no se deben escuchar ruidos de fondo. Esto significaría que alguno de sus circuitos pueden estar estropeados.

Para comprobar la existencia de posibles desajustes, pon el amplificador en el suelo, enchúfalo aunque no lo conectes a la guitarra; golpea el suelo con los pies al lado del amplificador y escucha si se oye algún ruido eléctrico. Si fuera así nos indicará que hay elementos desajustados que acabarán dando problemas.

Verificaremos que el amplificador no presenta ningún defecto; para ello se hace necesario revisar que funcione correctamente.

Te recomendamos que con el aparato se adjunte la factura original de compra y ambos, comprador y vendedor, firmen la transacción con la fecha. Alternativamente, se puede hacer un pequeño redactado en una hoja en blanco con ambas firmas y la fecha. De esta forma el nuevo propietario podrá acreditar su titularidad frente a cualquier eventualidad.

Recomendamos que la compra-venta de este tipo de dispositivos sea presencial ya que de esta forma se obtiene mucha información del propietario y orienta sobre las causas de la venta y el posible trato recibido por el aparato. Sería aún mejor que la transacción se hiciera en algún lugar confiable, garantiza mucho más la transacción y la cobertura de posibles problemas posteriores. No recomendamos entregar ninguna cantidad a cuenta, no suele salir bien.

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