En el caso de que te dispongas a comprar o vender un disco duro de segunda mano, te ofrecemos unos breves consejos que merece la pena tener en cuenta.

Empezaremos observando atentamente su aspecto externo, buscando pistas que puedan indicar que haya recibido algún golpe importante o similar. Nos centraremos en la búsqueda de grietas o restos de impactos visibles. También observaremos zonas de desgaste que puedan indicar que el disco haya podido recibir maltratos por parte de su propietario.

Verificaremos también que el disco duro lleva todos los accesorios necesarios para su funcionamiento, tales como el alimentador eléctrico, cable de datos y algún otro elemento que requiera el disco para su utilización.

Conectamos el disco a un ordenador y antes que nada comprobaremos que lo reconozca adecuadamente. Si tuviera problemas en su reconocimiento, pediremos el CD de instalación a l propietario. No se podrá comprar ningún disco que el ordenador no haya podido acceder.

Verificaremos la capacidad del disco, que se corresponda con la que debería tener según sus especificaciones. También estaremos atentos durante las pruebas a ruidos extraños o detenciones inesperadas en su funcionamiento, lo que indicaría problemas internos que desaconsejarían su compra.

En caso de dudas o de desconocimiento de la procedencia y trato del disco, podremos usar la aplicación Checkdisk (Mi PC-Propiedades-Herramientas-Comprobar ahora, seleccionar el disco y seguir las instrucciones); mejor aún será usar algún programa de verificación del estado de la superficie del disco duro, como por ejemplo el Hard Disk Sentinel o HDD Health, para asegurar su correcto funcionamiento.

Si finalmente decidimos su compra, recomendamos realizar un completo formateo del disco para empezar a usarlo desde cero.

Si se trata de una unidad de memoria USB, será suficiente conectarla a un ordenador y verificar que la reconoce y se puede leer y grabar y, si la adquirimos, también procederemos a su formateo.

Para finalizar, recomendamos que la compra venta de un disco duro sea presencial, es decir, con el comprador-vendedor frente a frente y la diisco duro presente, de forma que se pueda ver y probar, y con el propietario delante para obtener información adicional sobre el uso y trato que haya podido recibir el disco duro. Mejor aún si la compra-venta se realiza en algún sitio de confianza y que den una buena garantía, que tendría de llegar a un año.

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