La primera reflexión que debemos hacer en el momento de adquirir un subwoofer es el tipo de música que nos gusta escuchar. Si la música que nos apasiona es rica en frecuencias bajas (música disco, techno...) el subwoofer resultará ser un funcional elemento en nuestro equipo de audio, ya que potenciará esas frecuencias de forma inequívoca.

Importante es el hecho de la ubicación. Hemos de pensar que un subwoofer es un elemento generalmente voluminoso y que normalmente lo tendremos de colocar en el maletero de nuestro coche. En este aspecto hemos de valorar la reducción del espacio útil y escoger nuestro subwoofer en consecuencia, aunque siempre podremos, llegado el caso, desconectarlo y sacarlo del coche eventualmente.

A esos efectos y aunque lo más habitual es el uso de un solo subwoofer (amantes de la música rock por ejemplo), en ocasiones muchos usuarios prefieren la colocación de dos unidades (amantes del rap o del techno).

Es importante también pensar que paralelamente a la compra de un subwoofer tendremos de adquirir un amplificador, ya que los aparatos reproductores habituales no proporcionan la potencia necesaria para el correcto funcionamiento de estos dispositivos.

A partir de aquí hemos de tener en cuenta factores como la relación entre tamaño y reproducción de frecuencias siendo que , a mayor tamaño, podremos reproducir frecuencias más bajas, por lo tanto, mayor será el efecto que conseguiremos.

La potencia de los subwoofer la hemos de decidir a partir de la potencia máxima RMS que deseemos, siempre pensando que, a mayor potencia, más caro y de más prestaciones será el amplificador que deberemos adquirir.

Un factor importante a tener en cuenta es el material del que esté compuesta la membrana, entre los que podemos encontrar la fibra de carbono, el kevlar o incluso el aluminio. No olvidemos el material que da flexibilidad y movimiento a la membrana, es decir, el entorno. Este puede ser de espuma o de caucho, siendo estos últimos los más aconsejables.

En cuanto al estado del subwoofer, has de comprobar siempre que tanto la membrana como el entorno estén en perfecto estado de conservación, ya que son la parte más importante de todo el conjunto. No deben presentar suciedad y el tacto debe ser suave en toda su extensión. Igualmente comprueba que los contactos no estén oxidados o incluso sulfurados. La caja que alberga al subwoofer no debe presentar síntomas de humedad ni golpes, y por supuesto es importante que vaya forrada de algún elemento insonoro que ayude a focalizar el sonido hacia las aberturas que debe llevar practicadas

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