Las Mujeres y los relojes de Lujo
Las Mujeres y los relojes de Lujo
Bien es sabido que los hombres son grandes coleccionistas de relojes de lujo, pero a las mujeres también les gustan. De hecho, el primer reloj de pulsera en 1810, fue diseñado para una mujer, Caroline Murat, reina de Nápoles. Se trataba del Breguet nª2639, reloj de forma ovalada y construcción fina y delicada que contemplaba varias complicaciones; indicador de fase lunar, repetición de minutos y termómetro. No obstante, se conocen de otras manufacturas de relojes anteriores diseñados para mujeres.
Si visitamos la Casa Breguet en París, podemos observar en sus archivos los registros de todas las complicaciones y peticiones de los clientes que Abraham-Louis Breguet realizó para clientes de gran renombre de la época. El 8 de junio de 1810 la Reina de Nápoles hizo dos peticiones, una de las cuales era “un reloj de repetición para brazalete” por el que cobrarían 5000 francos. El reloj fue una creación fina, montado en una pulsera hecha de pelo trenzado con hilo de oro.
Este reloj se envió a reparar en dos ocasiones según los registros de Breguet en 1849 y 1855. Después de esto se perdió el rastro ya que no figura en ninguna colección pública o privada. ¿Seguirá existiendo?
En 1869 Patek Philippe fabricó su primer reloj de pulsera para la condesa húngara Koscowicz.
Los hombres utilizaban el reloj de bolsillo, así que el reloj de pulsera se reservó a las mujeres por su diseño similar a los brazaletes que solían utilizar. No obstante, éste fue adaptado para los caballeros entendiendo la utilidad que dicha modalidad podía aportar a los combatientes de guerra y pilotos al necesitar sus manos libres y poder revisarlo rápido y periódicamente. Por lo que no podemos concebir estos relojes de pulsera como iguales, ya que requerían de más ingeniería. El reloj de bolsillo iba protegido por un ambiente cálido, seco y libre de golpes mientras que en la muñeca del hombre habría más peligro de salpicaduras de agua, polvo, corrosiones y golpes y por aquel entonces no existían las cajas herméticas. Por cierto, se les denominó “reloj de correa”, para diferenciarlos de los de mujer.
La mujer fue una parte esencial de la industria relojera a principios de la industrialización y particularmente durante la Primera Guerra Mundial debido a la falta de mano de obra. Cabe recordar como ya comenté en un post anterior a “las Radium Girls”, mujeres que trágicamente se contaminaron por el radio que se utilizaba en aquel entonces para el fluorescente de los relojes.
Las grandes marcas relojeras comenzaron a entrar en el mercado de mujer y en 1927 Rolex se asoció con la nadadora británica Mercedes Gleitze para que cruzara el Canal de la Mancha con el Rolex Oyster y demostrara que la caja era a prueba de agua. Gleitze respaldó las campañas de Rolex durante los primeros años.
Pero no nos engañemos, ya en los años 30 los relojes de pulsera tomaron reconocimiento en el mercado masculino y realmente las actividades de marketing se centraban en relojes para los hombres, dejando en catálogo una o dos series de mujer. Cierto es que, al ser la caja de los relojes de mujer más pequeña de tamaño también acarreaba más dificultad añadir “complicaciones” al reloj.
En 2005 Patek Philippe lanzó un calendario perpetuo para mujeres, convirtiéndolo en uno de los más vendidos y por consiguiente nuevas ideas como fases lunares, esferas esqueléticas, repetición de minutos y cronógrafos de fracciones de segundos. Otras marcas como Breguett y Vacheron Constantin fabrican movimientos propios para relojes de mujer.
En conclusión, todo y que la mujer ha sido importante tanto en la fabricación, como para las ventas en los inicios de los relojes de pulsera, la mayoría de los relojes actualmente son diseñados para hombres. Aun así, existen marcas en las que el diseño de relojes para mujer, es predominante y va en aumento. Aquí te mostramos algunos de ellos.
Raquel