Esta pregunta nos la hacen a diario nuestros clientes, ya que es una creencia bastante extendida que las joyas de oro blanco tienen más valor que las de oro amarillo o rosado. En este post vamos a ver si es mito o realidad.

Origen del oro blanco

Antes de la Segunda Guerra Mundial las joyas de color plateado que no eran oro se fabricaban con platino. Durante el conflicto bélico, Estados Unidos confiscó todas las reservas de platino para confeccionar armamento, con lo que los joyeros tuvieron que buscar otra opción y así se creó el oro blanco. 

Una vez finalizada la guerra se siguió usando el oro blanco para hacer joyas debido a su facilidad de manipulación y a su coste más bajo.

Diferencias entre el oro blanco y el oro amarillo o rosado

1. Aleación:

Seguramente te has preguntado muchas veces cómo se consigue cambiar el color del oro puro, que es amarillo, a otras tonalidades. La respuesta es: mezclándolo con otros metales. El oro puro de 24 quilates no se suele usar en joyería porque debido a su blandeza es demasiado maleable y la joya se deformaría con el uso. Para endurecer la joya, se realiza una aleación con otros metales, principalmente cobre, plata, níquel y paladio. Según el metal con el que se mezcla se consigue un color u otro: el cobre enrojece el oro y el paladio y el níquel lo emblanquecen. Con la plata se consiguen las tonalidades intermedias.

2. Calidad y pureza:

El color del oro no afecta a su calidad. Tanto el oro amarillo, como el oro blanco y el oro rosa, si son de 18k, tienen la misma pureza, ya que el 75% es oro puro y el 25% restante son los metales con los que se mezcla. Sí que afecta, en cambio, su dureza: el níquel y el paladio son metales más duros, por lo que el oro blanco es más resistente a arañazos y deformaciones. 

3. El brillo:

Tanto el oro blanco como el oro amarillo en el momento de realizarse la aleación conservan un brillo similar, sin embargo, el oro blanco se suele rodiar posteriormente para conseguir un tono más blanco. Esta capa de rodio aporta más brillo y su acabado espejo tan característico, pero deberá añadirse cada cierto tiempo para conservar su brillo y evitar que adquiera un aspecto mate.

Entonces, ¿cuál es más caro?

Como hemos visto anteriormente, la diferencia principal entre el oro blanco y el oro amarillo es el metal con el que se realiza la aleación y la capa de rodio que se le aplica al oro blanco. Tanto el paladio como el rodio son metales más costosos que el cobre, y es por este motivo por el que se tiende a pensar que el oro blanco es más caro. Sin embargo, la cantidad que se utiliza en la fabricación de una joya es tan pequeña, que no se puede decir que una joya sea más o menos cara por ser blanca o amarilla. 

La diferencia de coste se relaciona más con las técnicas utilizadas en el diseño y fabricación de la joya o de las piedras preciosas que pueda incluir.

En conclusión, cuando vayas a escoger una joya, el coste de ser blanco o amarillo no debe ser determinante, así que déjate llevar por la pieza que más te guste o la que te provoque mejores sensaciones. 

Lluïsa