Los rubíes son una variedad de corindón, un mineral de color rojo intenso por la presencia de óxido de cromo en su estructura cristalina. Son muy apreciados en joyería, entre otras cosas por su gran dureza, 9 en la escala de Mohs, lo que los hace resistentes a rayones y a la abrasión. Con lo que podríamos decir que es una gema para perdurar, para toda la vida. 

Su fuente de origen es el continente asiático, se localizan principalmente en Myanmar, aunque también se pueden encontrar en Tailandia, Sri Lanka, y en paises del continente africano como Kenia, Tanzania, Madagascar y Mozambique.

Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha sentido devoción por los rubíes. En la antigüedad se pensaba que los rubíes tenían propiedades mágicas y curativas, se creía que el rubí podía proteger al portador de la envidia, la maldad y las enfermedades en general. Los romanos lo usaban para prevenir la indigestión y otras dolencias internas. La gemología medieval lo consideraba uno de los cuatro "cardinales" de gemas junto con el diamante, la esmeralda y el zafiro.

Los rubíes tienen una fuerte conexión con la religión y la espiritualidad en varias culturas.

En la ancestral hindú el rubí era conocido como "ratnaraj", que significa "rey de las gemas", se utilizaban para vivificar la sangre y destruir el veneno, además de usarse como talismán para la protección contra espíritus malignos.

Actualmente la religión hindú, considera los rubíes como una de las nueve piedras preciosas sagradas conocidas como "navaratna". Cada una de ellas representa un planeta en el sistema astrológico y se cree que tienen propiedades curativas y espirituales específicas. Para esta sociedad, dichas gemas tienen un efecto positivo en el planeta que se asocia con la energía y la vitalidad. Por lo tanto, se cree que llevar un rubí como joya aumenta la fuerza vital y la resistencia, así como la capacidad de liderazgo y la creatividad. 

En resumen, podemos afirmar que a lo largo del tiempo los rubíes han mantenido su estatus de piedra preciosa valiosa y popular en culturas de practicamente todo el mundo. Aún hoy en día se les asocia propiedades de aumento de energia vital y pasión, además de creer que aportan prosperidad y proporcionan protección contra energias negativas.

Ha habido muchos rubíes famosos e importantes a lo largo de la historia, pero probablemente el más conocido sea el Ruby Sunrise de Birmania. Con un peso de 25 quilates y color rojo intenso y saturado, esta increíble piedra fue descubierta en una mina de Birmania en el siglo XVIII y, desde entonces, ha pasado por las manos de muchos coleccionistas y personalidades de la realeza. 

En segunda posición se encontraría el de las Naciones Unidas, un rubí birmano de 16 quilates que se ubica en una montura de platino y diamantes, donado por la Comisión de Joyería de los Estados Unidos en 1948 como símbolo de paz y cooperación entre las naciones.

Además de los descritos, podríamos mencionar bastantes más que destacan por su tamaño, color, claridad y procedencia. Cada uno de ellos tiene una historia única y ha sido valorado por diferentes razones a lo largo de los años. 

Como ves, el rubí es una gema enigmática y fascinante que no deja indiferente, y cautiva a cualquiera que se tope con ella. Esperamos que encuentres tu rubí favorito, lo conserves para siempre, luciendo su hermoso brillo e intensidad y te beneficies de sus múltiples propiedades. 

Andrea.