¿Te has preguntado alguna vez qué diferencia existe entre estas dos piedras preciosas? 

La aguamarina y el Topacio Azul son dos gemas azules con muchas propiedades curativas, además de piedras preciosas. 

Desde la joyería de Renuevo queremos explicarte algunos datos interesantes sobre estas gemas para que puedas elegir cuál es la mejor opción para ti.

Aguamarina:

La Aguamarina es una piedra preciosa la cual ya conocíamos desde antaño, en el Antiguo Egipto la utilizaban por su gran durabilidad y resistencia aplicándola también como herramienta. Por su gran belleza la usaban como ofrenda, además de como ornamentación incorporándola en diversos objetos de decoración y accesorios, como en joyas. 

Esta gema se caracteriza principalmente por su color azul claro, recordando al azul del mar Mediterráneo. De hecho, se creía que la Aguamarina calmaba la bravura del mar, haciéndose muy popular como amuleto en el mundo marino. 

Marineros y pescadores tenían la convicción de que la aguamarina era la piedra de las sirenas, su textura cristalina estaba forjada de las escamas de la cola de las mismas y se formaba en lo más profundo del océano, parte de la fuerza y bravura de las aguas residía en dichas gemas. Por ello siempre llevaban consigo un talismán de Aguamarina con la imagen de la diosa egipcia del mar Nunet, el dios griego Poseidón o el romano Neptuno para aplacar su ira y clamar por su protección.  

También fue bien valorada durante el medievo, los alquimistas la utilizaban como remedio de sanación al creer que era el mejor antídoto contra cualquier veneno.

No obstante, se cree que el primer conocimiento de Aguamarina en el continente europeo provino de la India, lugar donde atribuían a la piedra un poder esclarecedor de la mente y el alma, propiciando la autorreflexión, la meditación y favoreciendo una comunicación sincera y honesta.  

Desde la vertiente más espiritual, a las joyas que llevan engarzadas Aguamarinas, a parte de poseer una gran belleza y delicadeza, se les atribuye grandes poderes energéticos y curativos, proporcionando autoconfianza, seguridad y autodeterminación, además de tener propiedades sanadoras y tranquilizadoras. 

El Topacio Azul:

El Topacio Azul, en cambio, es una piedra preciosa con un color azul mucho más oscuro e intenso.

Esta gema se empezó a utilizar como elemento decorativo en dos de las civilizaciones más conocidas de todos los tiempos, la Antigua Grecia y el Antiguo Egipto. En ambas se usaba como amuleto de protección. 

Sin embargo, al ser muy pocas las personas que podían acceder al Topacio, se fue convirtiendo en una piedra preciosa muy deseada.

El alto precio del Topacio azul derivó de la creencia de que la piedra otorgaba distinción y proporcionaba abundancia, de aquí la idea de que las personas pertenecientes a la realeza tienen la “sangre azul”.

Actualmente esta visión ha ido cambiando, hoy en día el Topacio Azul lo suelen llevar las novias el día de su boda, pues existe el dogma popular de la necesidad de portar “un complemento o pieza azul” con el fin de atraer prosperidad y buena suerte en su matrimonio. 

En la faceta mística se asocia a la alegría, la creatividad, la generosidad y a la abundancia, favoreciendo a nivel espiritual fuerza mental y seguridad en uno mismo/a. 

El Topacio Azul y el Aguamarina son dos piedras preciosas que combinan a la perfección con el oro blanco, por este motivo, no es de extrañar encontrar piezas antiguas o contemporáneas diseñadas con incrustaciones de ambas gemas.  

Otra pregunta que seguro que te estás realizando es, ¿cuál de las gemas es más valiosa? 

Actualmente, podríamos afirmar que sería el Aguamarina porque suele ser una piedra algo más escasa que el Topacio Azul, pero de todos modos, dependerá del tipo de joya dónde vaya engarzada ésta. 

Las piedras o gemas azules son una muy buena elección tanto para llevar cotidianamente como complemento en algún momento especial, ya que tienen una historia extraordinaria detrás. Además de aportarte las propiedades terapéuticas y sanadoras que se les atribuye a nivel espiritual.

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Andrea.