Con tan sólo nombrar Omega Seamaster se nos viene a la mente “el reloj de James Bond” pero la realidad es que este legendario reloj no fue parte de la película hasta 1995, donde Pierce Brosnan usa su Omega Seamaster Professional Diver 300m Quartz como arma de láser y detonador de minas, pero la historia de este reloj se remonta a varias décadas atrás.

Desde la fecha de su lanzamiento en 1948, aventura y adrenalina es equivalente a Seamaster. Fue diseñado especialmente para uso en ciudad, agua y tierra (un todo-terreno) que se lanzó con motivo del 100 aniversario de Omega y fue una revolución gracias a la utilización de las juntas de caucho que sustituyeron a la goma laca (shellac) y el plomo para su impermeabilización, tecnología que hasta el momento sólo había sido empleada en submarinos convirtiéndolo en el primero en ser certificado como resistente al agua por el Laboratorio suizo de relojería.

Gracias a esta innovadora maquinaria, en 1955 Omega Seamaster se sumergió en aguas australianas junto al buzo Gordon McLean que superó los 62,5 metros de profundidad. Sin embargo, un año más tarde abandonó las profundidades para recorrer una aventura sobre el Atlántico Norte en el exterior del avión Douglas DC-6 demostrando así su gran versatilidad.

Resulta emocionante pensar que el Omega Seamaster actual no se parece en nada a aquella primera versión, sino que el que encontramos ahora está inspirado en el Seamaster 300 vintage lanzado en 1957, año muy importante para la firma ya que también presentaron el Railmaster y el Speedmaster.

Para 1963, el Omega Seamaster ya estaba consolidado como uno de los más confiables relojes de buceo, no obstante, el oceanógrafo Jacques-Yves Cousteau lo puso a prueba en el programa experimental Precontinent II que se llevó a cabo en la costa sudanesa del mar Rojo. Esto puso a Omega como competidor principal de los más emblemáticos y resistentes relojes del mercado: Blancpain Fifty Fathoms y Rolex Submariner.

Así que es fácil comprender por qué la diseñadora de vestuario ganadora del Oscar, Lindy Hemming lo escogió como la opción más auténtica para adornar la muñeca del agente más famoso del mundo.

Ella explicó - Fui a una reunión de utilería y utilería manual y abogué por el uso de Omega... Estaba convencida de que el comandante Bond, un hombre de la marina, un buzo y un discreto caballero del mundo, usaría este reloj -

Para la película escogió la versión contemporánea de los que fueron entregados a los buzos de la Royal Navy a fines de la década de 1960: el Omega Seamaster Professional Diver 300m.

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 Y aunque el personaje de 007 ha ido cambiando hay algo que permanecerá constante con cada Bond del futuro; su afición por los martinis, trajes distinguidos, autos rápidos y por supuesto un fino reloj en su muñeca además de su capacidad de inspirar a los hombres a tener un gran estilo bajo circunstancias increíbles.

Como siempre en Renuevo, tu tienda de segunda mano.

Raquel

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