Las dos opciones ofrecen, como siempre, ventajas y desventajas. Para empezar vamos a hablar de la autonomía de ambas.

Lo primero que hemos de saber es que la duración tanto de baterías como de pilas depende principalmente del uso que le demos a nuestra cámara. La activación de sistemas como el flash, el uso continuado del zoom o el autofocus, provocan un desgaste más acelerado de los acumuladores de la compacta digital de segunda mano.

Salvado lo anterior, indicaremos que mientras las baterías, cuando se agotan, requieren su carga o su sustitución, las pilas en cambio pueden sustituirse más fácilmente. Las pilas clásicas pueden adquirirse en cualquier comercio, mientras que las baterías requieres una toma de corriente y, por supuesto, un rato para cargarlas.

Por otra parte podemos decir que las baterías, con un mismo uso de la cámara digital compacta, durarán siempre un poco más que las pilas, aunque existen pilas en el mercado (además de alcalinas) de un amperaje mayor, y por supuesto, son más caras.

La tercera opción, altamente recomendable, es alimentar tu cámara digital compacta de segunda mano con pilas recargables. De ese modo alargarás la vida de tu cámara de segunda mano y puedes llevar contigo una docena de ellas.

Y si lo que te estás planteando es comprar o vender una cámara de fotos digital de segunda mano, ya sabes que en Re-Nuevo lo puedes hacer de una forma sencilla, rápida y cómoda, sin moverte de casa. Y además, todas tus compras de segunda mano en Re-Nuevo tienen 15 días de prueba y un año de garantía. Clica en los botones:

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Pere

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