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Los objetivos fotográficos de segunda mano son piezas delicadas formadas por grupos de lentes internas que deben estar en perfecto estado y en su sitio. Cualquier golpe o vibración puede hacer que esas lentes se desplacen, afectando directamente al rendimiento de la óptica.
Se trata de comprobar tanto el mecanismo de enfoque manual como el automático. Para ello debemos hacernos primero con una cámara compatible con esa óptica, ya que será la manera de ver su estado in situ.
El sistema manual de autofoco de los objetivos réflex de segunda mano, responde a la acción voluntaria de enfocar a partir de observar por el visor. La comprobación más simple pero más efectiva, es la de mirar a través del visor encuadrando objetos muy cercanos, a media distancia, y lejanos. Para cada uno de esos casos iremos moviendo el anillo de enfoque, y comprobando que no existe nada extraño.
El fallo más común en un objetivo fotográfico de segunda mano es que encuadrando a larga distancia (infinito), el objetivo no muestre una imagen perfectamente nítida: las lentes están desplazadas.
El sistema de autofoco responde al sistema de telemetría interno de la cámara. Es el más delicado, aunque a la vez el más versátil. Para comprobarlo, apretaremos sutilmente el botón de disparo comprobando que para diferentes distancias, la imagen se enfoca a la vez que la anilla de enfoque se mueve sola, sin atascarse ni pararse innecesariamente.
Recuerda agitar el objetivo de segunda mano cerca del oído para comprobar que no existen piezas sueltas en su interior y de realizar una exploración visual al trasluz para ver que las lentes interiores no están rotas, rayadas o sucias.
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Pere
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